Ahora es demasiado, princesa, demasiado...


Uno puede olvidar quien es, lo que vale, lo que tiene...
Sin embargo, no es esta la historia de las princesas de castillos de arena; ellas tienen la suerte de recordar siempre el brillo de su corona; con cada ola, con cada pisada, con cada derrumbe... y eso hace que nunca les pese.

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