Tampoco lo lloréis... volverá mañana. Pero no será igual. Será otro día

Cogió su pistola, respiró hondo y apretó el gatillo, falló.

El despertador volvió a sonar, lo que agitó aún más su puntería… tampoco acertó la vez siguiente.

Una bala, un estruendo y una pared llena de manecillas de reloj. ¿El retroceso? Un empezar desde el principio, pues cuando logró matar al tiempo, ella ya no estaba esperando.


Comentarios

  1. matarlo no sé, pero debería poder pararse.

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  2. Muchas veces pienso lo mismo, pero luego imagino como sería congelar un momento que me gustase y me da tanto frío...

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