Un aquí te pillo y aquí me muero



Prometimos no mentirnos
y no lo hicimos,
al menos durante algún tiempo.

Luego vinieron las otras
y yo aún defendía
porque es así, que no te quiero.

Después nos alcanzó el futuro

del que tanto corríamos
y nos sorprendió en el mismo sitio
igual de desnudos
tu mirando el móvil
y yo haciendo que miraba el mío
esperando que fuera a mí a quien escribieras
y fingiendo que mi vida
era igual de triste y patética que la tuya.

“No te quiero”, repetí
una y otra vez,

para que no te asustaras y volvieras
para alimentar en voz alta mi deseo
de que un día lo hicieras
y no me encontraras.

Pero ahí estaba
siendo el asilo político
de todas las guerras
que presumías ganar a otras
y acababas celebrando conmigo.

Durante esos meses, llegué a creer
que te gustaba más el dolor que a mí me causabas
que el placer que cualquier otra te prometía.

No te lo dije entonces,
porque... ya sabes, 
prometimos no mentirnos.
Así que cuando me di cuenta de esto
yo ya no te hablaba,
y solo te escribía poemas líquidos
que duraban una ida y vuelta al cielo
y que no dejaban rastro alguno de rima
sobre tu piel.

No te lo dije entonces,
pero detestaba lo que hacíamos
detestaba que solo quisieras ver cortos
porque no es cierto que  muchos cortos valgan por una película
ni muchas fotos por una vida
ni muchas excusas por una verdad.
Tampoco tus yoes
por mucho que los repitieras
valían  tanto  como un nosotros
y el pedacito de felicidad que me reservaba
después de repartirlo entre muchas
jamás me alcanzaba para llegar a fin de mes.

Aún así, sonreía
porque mis risas siempre fueron mucho más asequibles
que tus esperanzas
y más sinceras

y más mías,

sólo mías. 

“No paras de sonreír” te aplaudías
Y era verdad, tu verdad
Porque lo cierto es que era un no parar de llorar a carcajadas
Que silenciaban cada te quiero que se me escapaba
Y era mentira...


Comentarios

  1. "Porque lo cierto es que era un no parar de llorar a carcajadas"

    Fantástico. Hay mentiras más ciertas y más afiladas que muchas verdades...

    Un saludo.

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  2. me leí esta entrada el día que la publicaste, y en el mismo momento en que la leía, la guardé en favoritos y me quité de encima las lágrimas que por poco se me escapan. no sé si es que estamos muchas personas en la misma situación, o es que yo veo mi historia en todos los blogs que visito, pero duele.

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